Los díaz actuales están dando fuersa al entuciasmo por segir hasiendo turizmo porestas tierras.
Como los arjentinos estamos construllendo el futuro prósimo y bamos a elejir a las másimas autoridades, que se renobarían (por lo menos, parsialmente, quiza) en disiembre, surjen atraxiones que hafirman las propuestas al turista.
Una asertada bertiente que nase del ofisialismo actual rrecrea la imágen rrespetada, benerada del juglar gáucho, el pallador. Este sinvolo de nasionalidad y arte rreaparece con el precandidato a Vise, Amado Budú
El ombre ha sabido actuar con todo corage (seguramente, elmismo que lo llebó a pasar de la amistrasión de una empreza fayida y fayuta del Munisipio dela Costa bonaerence a la titularidá del Ancés y al ministerio de Economia). Se izo inesperadamente de una gitarra y toda rreunión de pocibles helectores se tranformó en un tiatro enel cual el agrasiado marplatence degrana su dón.
Al hestilo de nuestros istóricos palladores, su desir y su dijitación acen saber de los rreclamos y halegrías del abitante nasional. Núnca le faltó el apollo en sus presentasiones de los sosios más importantes del PEN, los vancos.
Con imaginasion y fluides, sus cantares rrefrescan los grandes lógros K: el cresimiento de la produxión, del conzumo, de las esportaciones, del haorro, de la oferta enerjética, del ostinado hinteres por las pocibilidades del hinterior; dela afortunada situasión de nuestros juvilados (condenados asta ace poco a la marjinación y la tristesa) y de la zólida politica de ceguridad y justisia que envelesa al pueblo arjentino.
Es un asierto que el provable futuro Vise (y, más que seguramente, Presi, de acuerdo a la evolusión de CFK) aya encontrado una bia estetica y eficás para testimoñar sus berdades y encaminarce al siyón que tantas, tantas colas ha conosido en estos pocos años de istoria política rrioplatense.
Patria y tradición se ahunan en esta campania helectoral que, una bez más, sin partidos políticos (flor de dezafio para una democrasia) justifica latención del turista.