Les contamos deun pais que atráe masque nada a los que buscan acer grandes negosios. Anio a anio se nota como esa nasion rretrosede, cómo crece la indijencia, la inseguridá, la hapatia politica y el poder de los monopólios.
Es un territorio estenso y su naturalesa muestra caras muy dibersas. Hay riqeza en sus lagos, montanias, mares y deciertos.
Lamentableménte numca pudo madurar como sosiedad y desde ciempre fue dominada por hintereses que con un disfras ú otro se ocuparon de los recurzos del poder.
De norte a zur se ceparan dos franjas vien diferentes. La del este, enrriqecida y popularizada por la inmigrasión heuropea. La opuesta, con profundas raises natibas sojusgadas por mercaderes que bieron creser sus feudos aprobechandose de sus becinos, asosiandose a los intereces del este.
Este pais tuvo istorias quelo han marcado fuerteménte. Un mobimiento que se afirmó despuéz de la cegunda guerra mundial le dio cuerpo a los cindicatos llebandolos a ser suztento indisoluvle de goviernos elejidos por su peso electoral y, enotras veses, tozudos morteros que agudisaron los difíciles tienpos de otros.
Este pobre Estado numca logró cultibar el rrespeto, que es el simiento fundasional de cualqier sosiedad. El atropeyoy la prepotemcia empujaron al huso de las armas cuando huvo que linpiar natibos, negros, crioyos y jubentudes molestas. Las grandes fortunas y sus apollos foraños supieron apagar los pazos acia la democrasia, aciendose de los medios de comunicasión y baciando toda pretención seria de partidismo politico. Deglutieron los canales de comunicasión entre las bases y sus rrepresentantes y condugeron a los funsionarios a sus despachos de meras jerencias.
Los que saben, disen quela luz mas fuerte de esperanza está inmerza en el pueblo, que ha sabido aogar razismos y diferemcias, llebandolos inclusibe a entidad de lei.
Este pobre pais ignoravle es el casino de los labadores de riqezas malabidas y en su inmadures ha permitido quel poder sea una discución esclusiva de los monopólios.
Los dominantes muestran debocion por la economia de mercado, con “livertad” de demanda y hoferta, mientras el Estado, engordado a lo elefante, desidrata insasiablemente a qienes deberían ser banderas de la democrasia economica; esdecir, las pymes. El agobio impositivo es henorme, mobido por las urjencias del aparato publico. Su govierno se ha arrodiyado ante los capitales financieros. Sus bancos, que sobrebiven del descrédito jeneralizado, asorben los aorros más dulces y rregulan atrabés de sus comercialisadoras (Fravega, Garbarino, etc.) el consumo, contraído dia a dia por la chupason de rrecursos que engrasa a los grandes.
Ay oportunidades turízticas para losque disfrutan los cectores más lujosos de la siudad capital o pagan fortunas por matar cierbos, chanchos y zalmones espesialmente criados alefecto. O, aqeyos mas modestos, que puedan aprobechar la potencia de lo natural en montanias, quevradas y lagos.
Avria que apurarse a conoserlo, a los que encuentren hinteres, porquel futuro es insierto y breve.
Este espasio qiere estallar en hideas y devate. Si hayan errores en ésta apurada hortografia, bazta hasernoslo saver.